Monday, May 28, 2007

Monday, May 14, 2007

Ruidos cardíacos normales


Al contraerse los ventrículos, aumenta la presión en su interior y se cierran las válvulas aurículo-ventriculares, originándose el primer ruido cardíaco (R1) que está formado por la contribución de la válvula mitral (M1) y tricúspide (T1). La actividad del corazón izquierdo antecede ligeramente la del derecho. El componente mitral es más intenso que el tricuspídeo. Habitualmente se escucha un sólo ruido, pero auscultando en el borde esternal izquierdo bajo, en algunos casos, se logra identificar un desdoblamiento.

Inmediatamente después del primer ruido, al seguir aumentando la presión dentro de los ventrículos en el transcurso de la sístole, se abren la válvulas semilunares (aórtica y pulmonar). Normalmente esta apertura no debiera producir ruidos. Una vez que terminan de vaciarse los ventrículos, su presión interior cae y se cierran las válvulas semilunares, originándose el segundo ruido cardíaco (R2). Este ruido tiene normalmente dos componentes: el cierre de la válvula aórtica (A2), que es de mayor intensidad, y de la válvula pulmonar (P2), que tiene un sonido más débil. En ciertas condiciones se puede auscultar un desdoblamiento del segundo ruido. Después del segundo ruido, sigue cayendo la presión dentro de los ventrículos y se abren las válvulas aurículo-ventriculares; en condiciones normales no producen ruidos.

Tanto la apertura como el cierre de las válvulas depende de los gradientes de presión que se van generando. La onomatopeya de estos ruidos es lub-dub (o dam-lop) para el primer y segundo ruidos respectivamente. De esta forma, al auscultar el corazón se escucha: lub-dub, lub-dub, lub-dub, o dam-lop, dam-lop, dam-lop.

Otros ruidos que se pueden auscultar son el tercer y cuarto ruidos (R3 y R4), que no siempre están presentes. Su interpretación de normal o patológico depende del contexto global. El tercer ruido (R3) es producido por vibraciones que se generan al comienzo del llene ventricular, cuando la sangre entra desde las aurículas a un ventrículo poco distensible; se ausculta después del segundo ruido, al comenzar la diástole. El cuarto ruido (R4), se atribuye a vibraciones que se generan por la contracción de las aurículas al final de la diástole contra un ventrículo poco distensible; se ausculta inmediatamente antes del primer ruido.